Una comunidad de vecinos funciona energéticamente igual que una vivienda individual. La única diferencia, es que los gastos energéticos suelen ser más elevados porque hay ascensores y bombas que requieren de potencias trifásicas elevadas. A más grande la comunidad, más ascensores, y menos espacio para poner paneles solares. Además, los ascensores, por normativa, requieren estar conectados a la red. Sin embargo, los paneles puedan generar suficiente energía por sí mismos como para cubrir la mayor parte de las necesidades energéticas. Esto provoca ahorros muy importantes en las facturas.
Es importante matizar que, en caso de que se quiera aprovechar los excedentes para repartir entre los vecinos, dicha modalidad se denominará autoconsumo compartido. Actualmente, la normativa vigente no es muy amiga de esta última opción, ya que requiere de unos trámites burocráticos que pueden demorar la aprobación muchas semanas. Desde i1Solar ayudamos a que los trámites sean más llevaderos gracias a un grupo de expertos que os ayudarán durante todo el proceso.
